domingo, 12 de septiembre de 2010

estoy sola, sí...



...y serena
la soledad es color del alma para arribar completa
hasta el instante

esto dice el personaje de mi obra. mis palabras hablando en otra boca. llegó el día del estreno. un proceso creativo muy intenso, trabajamos tanto. se colma la noche de necesidad de parir y compartir y de afecto. y vinieron unos pocos, amados, elegidísimos amigos. compañeros de viaje. vinieron ellas, mi ex y su novia, ambas adorables (y se acomoda en el viaje el amor que sigue aunque la forma sea tan distinta, tan otra) también mi hermana de la vida. y otra gente que me abraza y habla y comenta cosas, exultante. brindis, muchos brindis. y se hace evidente que necesito el abrazo de mi hija, el primer estreno al que no viene. aunque sostuve con orgullo que ella decida quedarse a otra celebración, la del día del maestro, choripaneada a cargo de los pibes para festejar con los docentes que los apoyan en la toma. si yo estoy donde quiero estar, haciendo lo que quiero, por qué vos no? le dije. y así eligió. orgullo y extrañeza. y necesito el abrazo de él, claro. mi hijo. tanto. 
lo cotidiano por momentos se acomoda y entonces una anda. desgarro a cuestas, anda. pero la celebración, el vino, las palabras hermosas, los aplausos. y la gente que empieza a irse, de uno en uno, de dos en dos. hasta que me quedo con gente casi extraña. y finalmente me despido yo y cargo con el ramo enorme. me siento mareada por el vino y desconcertada de que se haya movido tanto instantes atrás.  voy a esperar un auto y hace frío. y estoy sola. la soledad es color del alma. y esto que jamás me pesa, que en este aquí y ahora es elección, de pronto duele en todo el borde. la alegría revela un borde y el borde duele. saber que sigo andando. que elijo crearme los pasos. que acepto. y saber también que anhelo su abrazo. o al menos y además, un abrazo que sostenga la ausencia de otro abrazo. un rato. a veces. yo, que soy tan dura para dejarme sostener. tan incapaz. tan anhelante. de pronto soy borde que ausenta. 
al fin viene el auto después de una eternidad.



8 comentarios:

Violeta Color dijo...

Elegimos seguir construyendo camino, por mas de que los pies dçse nos desgarren...queremos, aunque las ausencias a veces estén tan presentes que nos atraviesen...
Pero se sigue, porque elegimos seguir, porque hoy elehimos estar...



(yo hubiese sido una desconocida del público, queriendo ir a abrazar a la mujer del ramo, de haber sabido cuál era el escenario)




[por cierto, mierda por el estreno]

BO dijo...

La soledad del corredor de fondo... Me hubiera gustado estar, ver, oir.. empaparme de escenario y patio de butacas, felicitar, beber vino.. volver escuchando el sonido de mis pasos con el alma más llena. Felicidades¡¡¡¡

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Sabés que él te abraza...
Sentilo...
Ves?
Te está abrazando...

Y yo también

Jor

Arha dijo...

gracias violeta, por las palabras

quién le dice que la intuición no la traiga hasta el teatro...
por ahora elijo que este espacio no de pistas de la otra que soy
(demasiado me desnuda, ya)

un abrazo grande

............

gracias querida bo!!

llegan los aplausos y colorean los corredores solitarios!

brindo con usted!

Arha dijo...

Jor:

lo sé.
lo sé.


gracias enormes
y abrazo alma

te estoy mirando! dijo...

lamento tanto no haber podido estar, nena!! pero más lamento no haberme tomado ese taxi con vos y darte un abrazo que acompañe lo que necesites

te adoro, lo sabés

Arha dijo...

sí, sí que sé

pero nada que lamentar, querida amiga
momentos son momentos, nada más

abrazo grande